Los castores viven en zonas ribereñas y frías y trabajan en comunidad para tener sus hogares, siendo la única especie después de los humanos, en modificar su entorno para poder vivir. Las castoreras (llamadas diques o madrigueras) son construidas para protegerse de los depredadores y para acceder rápidamente a la comida durante el invierno. Sin embargo, su función es la de detener el flujo de la corriente, para crear un estanque de aguas tranquilas para construir más “habitaciones”.
Pueden reconstruir sus castoreras en el transcurso de una noche y están formadas por troncos de árboles, barro, ramas y hojas.
La caminata será en territorio de turba y bosque, hacia las castoreras.
Esta zona es el hábitat ideal para estos simpáticos animales y tendremos la posibilidad de recorrer varias castoreras con la seguridad de avistarlos en su estado más silvestre.
Además de aprender sobre su hábitat y el hecho que introdujo a los castores a nuestra tierras, conoceremos sobre ecología del lugar, bosque y montañas.
