Su nombre original es “Ferrocarril Austral Fueguino”, pero se lo conoce popularmente como “El tren del fin del mundo” o el “trencito” y es una línea férrea que conecta el Parque Nacional Tierra del Fuego con las cercanías de la capital de la provincia, Ushuaia.
Todos los turistas que llegan a la ciudad desean viajar a bordo de este transporte tan particular, porque además de permitir observar un paisaje maravilloso, realiza el mismo recorrido que hacían los convictos del ex presidio cuando se dirigían al bosque a cortar leña.
Su antecesor fue nombrado como el “tren de los presos” y comenzó a funcionar en 1909 y hasta 1952. Luego, la empresa Tranex Turismo decidió revivir esta leyenda y creó el famoso “Tren del fin del mundo”, como se lo conoce en la actualidad.
Este tren realiza los últimos 8 km del recorrido original, el cuál era de 25 km y tiene una trocha de 50 cm, 10 menos que la anterior. En sus inicios era una línea de carga del presidio de Ushuaia y se usaba para transportar leña, conectando el edificio (uno de los primeros de la incipiente ciudad) con el bosque y pasaba por la costa, frente a las casas de los pobladores iniciales. Llevaba madera para calefacción, cocina y construcción.
La vía férrea se expandió paulatinamente hasta adentrarse en el bosque, a áreas remotas a medida que la madera se iba agotando y llegó hasta el valle del Río Pipo. En los últimos tiempos el presidio puso a disposición del tren a muchos de los internos.
En 1947 cerró la cárcel y dos años más tarde un terremoto destruyó una gran parte de las vías, sin posterior reconstrucción, por lo que se dejó de utilizar en 1952.
La línea férrea fue reconstruida en 1994 y comenzó a prestar sus servicios con finalidades turísticas, con servicio de comedor y muchos lujos. En 1995 se compró en Inglaterra una locomotora de vapor 2-6-2T (llamada Camila) que funciona con una nacional y tres diésel. En el año 2006 se incorporó una tercera locomotora a vapor.
El recorrido comienza en la “Estación del fin del mundo”, a 8 km de Ushuaia (al oeste) y los pasajeros también pueden subir en la “Estación Cascada La Macarena”. Tras ello se detiene durante 15 minutos en un sitio con una gran vista panorámica y luego ingresa al Parque Nacional, donde se puede continuar caminando o abordar otro transporte para regresar.
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